Día 5. 29.07.2015
Maracaibo. Aguamanía
Hoy despertamos con el sol ya fuerte sobre nosotros, al ritmo de los instrumentos comprados en Tintorero y el grito de guerra: "A LEVANTARSE". En menos de 10 minutos ya están en formación de banderas. Desayunamos "plasti cachapas", cargaron sus bolsos de trajes de baño, protector solar, toallas y ya a media mañana nos encontrábamos en la puerta de Aguamanía, un parque lleno de toboganes dignos de ser disfrutados por un grupo de 35 jóvenes de 12 y 13 años, 5 jefes dispuestos a seguirlos por todos los toboganes, unos acompañantes probando una y otra vez todas las atracciones, asegurando de esta manera el buen funcionamiento de todo y el padre Galdos desde una silla playera como centro de operaciones, vigilando con asombro el sacrificio de estos acompañantes y del padre Miguel por la seguridad de todos. Los toboganes que más gustaron a nuestros chicos fueron el Stuka, el Kamikaze y uno que ellos nombraron "La Poceta". Unos ricos granjeros fueron devorados rápidamente por unos energéticos jóvenes necesitados de recuperar energías perdidas.
El final de la tarde lo marcó una caminata por el paseo del lago, donde la corriente, las fuertes olas y una brisa huracanada, nos bañó con una mezcla de arena y agua del Lago, bendición de Dios. La cena fue una rica pasta de atún de la cocina de los papás, que todos repitieron. La noche transcurrió entre pintar sus franelas blancas y un improvisado baile de todos con todos hasta que el sueño los venció cerca de la 1 am.
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