Cuarto día

El día comenzó como cualquier otro: levantarse, ejercitarse un rato y arreglar la habitación, formación de bandera y desayuno.
Seguidamente salimos a visitar el parque La Llovizna donde caminamos por una intrincada red de caminerías con puentes y pasos de concreto sobre las aguas. El bosque era muy cerrado atrapando gran cantidad de humedad que generaban las cascadas, haciendo que aumentara la percepción del calor fuera mayor. Aparte de las cascadas y la densa vegetación pudimos ver varios monos macacos a los lados de las caminerías.
En el traslado, tanto de ida como de vuelta, estaban todos dormidos, muestra clara del agotamiento acumulado.
Llegamos algo tarde al almuerzo en el fuerte por lo que apenas alcanzaron a cambiarse para comenzar con una instrucción de defensa personal, la cual duró un par de horas de intensa actividad.
La noche terminó con cena, actos cómicos la usual reflexión hasta pasadas las 12 pm